La imagen se convoluciona con un conjunto de máscaras, cada una de las cuales resalta la existencia de un borde con una determinada dirección. Estas máscaras se construyen variando la orientación de un borde, analizando su gradiente e incluyen la acción de filtrados lineales. El tamaño y el número de las máscaras permite una detección más precisa, aunque aumenta la complejidad del algoritmo. Es corriente emplear máscaras con números enteros entre -127 y 127 a fin de simplificar su implementación.
El realce de los bordes se logra hallando el siguiente máximo:
siendo hi(u,v) un conjunto de máscaras predefinidas.
La información del borde viene marcada por el valor de g(x,y,i) y por la orientación recogida en el ordinal i.